Creo, naná, que estuviste de cumpleaños el día 8. Y que tú, babo, estás de cumplaños hoy.
Estoy hecha un lío con esto del blog porque, de tanto no usarlo, se me olvidan las cosas. No os podéis dar idea de lo que me costó insertar esta canción, que es mi regalo para naná:
Para ti, babo, mi regalo es recomendarte el libro más espectacular que leí últimamente, "El azar de la mujer rubia", de mi querido Manuel Vicent (todo lo valenciano me encanta). Aunque estoy poniéndome aprensiva porque nunca tuve necesidad de leer tanto; es mi mejor medicina pero estoy enganchada y llegué al punto de que la gente, excepto el núcleo duro familiar, me cansa. Me encantaría comentar con vosotros cada libro que leo, pero el agotamiento físico y mental me lo impiden. ¡Cuánto echo de menos tener ese cuarto propio...!
¡Felicidades, tesorets !
Os quiere
kitti
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entraba a decirte que que fuerte me parecía que te hubieras olvidado de mí (bueno, nuestros) cumpleaños... y me encuentro esto!!!
ResponderEliminargracias por acordarte cariñet... te echo de menos, lo sabes, pero te entiendo... yo tampoco estoy en un buen momento... todo me agota... y sigo escribiendo casi por no volverme gris del todo... o por no estallar... o por no volverme loca... o porque prometí seguir haciéndolo...
pero el caso es que te entiendo...
muchos besos y gracias!!!
Pues que gracias por acordarte de mi cumpleaños...Me leí hace unas semanas el libro del que hablas del Vicent, y también me entusiasmó. ¿Por qué me acuerdo del Baroja y su "la Historia es una rama de la Literatura"?...
ResponderEliminarTambién leí "Niños en el tiempo" del Menéndez Salmón. Y sí, impresionante.
Un abrazo desde orillas del Mediterráneo, Kitti.
Querido Wne: que no se entere nadie pero no he leído nada de Baroja; pronto le pondré remedio: una palabra tuya bastará para sanarme.
EliminarLlegué al libro de Vicent después de leer una biografía de Carmen Díez de Rivera, ¿por qué nadie la nombra cuando se muere Suárez y cuentan mil veces la historia de la transición? La vida de Carmen, la de verdad, exige la suspensión del principio de realidad. Es increíble. Y el libro de Vicent ¡es tan real, pese a estar escrito en clave de delirio!
Leí “Niños en el tiempo”: es una experiencia religiosa.
Un abrazo desde las orillas del Atlántico, wnefron