martes, 17 de mayo de 2011

Mi cielo, ¿tú no crees que se puede superar cualquier trauma por ver a Touluse, Degas y Gauguin viendo bailar a Jane Avril? ¿Y no te apetece ver el reflejo de Alice B. Toklas a través de un espejo en casa de Gertrude Stein? Picaso, Scot Fitgerald, Juna Barnes y demás en uno de sus saraos? Bueno, tú no sabes lo que dices. El prota es un chico muy, que muy acomodado que sueña con dejarlo todo por vivir en una buhardilla en París para escribir. ¿Qué trauma te va impedir ir a ver una película como esta, amor mío? Una película en la que el tema es la nostalgia, ese sentimiento romántico de las personas que somos incapaces de asumir el presente y que nos forjamos una edad de oro en otra época en la que hubiéramos sido más felices? Yo, sin ir más lejos, he imaginado que mi felicidad está en otro sitio, un lugar del Mediterráneo de cuyo nombre no quiero acordarme. naná, es una película hecha a medida de nuestras absurdidades. Hazme el favor... que vaya alguien contigo (díselo a wne); él va a ir, si es que en realidad nos adora tanto como dice. Porfa, porfa...