domingo, 22 de enero de 2012

Querido babo, querida naná:

Paso una mala racha; el estómago, como otras veces.

También estoy disgustada porque perdí una cadena y un medallón. Es un disgusto desproporcionada: ando enloquecida buscándolo por todos los rincones; cuando empiezo a olvidarme de él sueño que lo encuentro y se me solivianta el disgusto.

Me da coraje no poder evitar esta sensación. El jueves fui a un entierro: la hermana de una amiga murió atropellada Cada vez que pienso en lo que debe sentir ella me avergüenzo por lo de mi medallón. Siento una pérdida de control, una impotencia terrible...Miedo, tengo miedo de que todo se derrumbe. Como se le derrumbó la empresa a mi hermano pequeño. Está muy deprimido, por él y por todos los empleados que se vio obligado a despedir. ¿Qué es un puto medallón al lado de esto?

Corren malos tiempos, ni siquiera tengo fuerzas para leer así que me anestesio con la televisión. Empecé “Sangre sabia”, pero todo parece indicar que se fragua una tragedia y me resisto a seguir hasta que recupere el ánimo. Si al menos recuperase el medallón...

Hoy me acordé de vosotros al oír esta canción de Victor Manuel. Me entraron ganas de escribiros. Porque os quiero y os echo mucho de menos.

Un beso enorme

kitti

PD: naná, no se llama Manuel... pero casi. Un misterio dentro de otro misterio, ay señor...

domingo, 8 de enero de 2012

Querido babo, querida nana:

Por fin acabaron las fiestas; este año me ha costado soportarlas, más que otros. Al acabar de recoger la cocina me fui al paseo marítimo: ya no llegué a la puesta de sol. El cielo violáceo, como cuando se ponía en el lago Mareotis. No tardó mucho en aparecer la Luna, inmensa; al alcanzar cierta altura empezó a reflejarse en la bahía. Me acordé de van Gogh y de Ariane, quien le decía a Solal que tenían que mirar una estrella a la misma hora cuando estuviesen separados. Pero todavía me acordé más de ti, nana. No vuelvas a darme las gracias por aparecer; soy yo las que tiene que dártelas a ti.

babo, me gustaría que me recomendases un libro. Me hace gracia tu último post porque estoy leyendo por segunda vez al Millás de “El orden alfabético”, simultaneándolo con “Un mapa de la realidad”. Me vuelve a colocar en el estado semibeatífico que me produjo la lectura de “El mundo” que tú me recomendaste.

naná, citas a Proust hablando sobre la lectura; no sé qué iba a ser de mí sin los libros de los que habláis. No sé por qué leía antes de conoceros. Ahora leo porque leyendo me siento más cerca de vosotros.

Os quiere

kitti